No sé si serás fan de las dietas milagro, pero siento decirte que casi nunca funcionan. Yo diría incluso que nunca. No puedes perder 20 kilos en 2 meses… y luego volver a hacer lo mismo que te llevó a tener ese sobrepeso. El 97% (me lo invento) de las personas que hacen una dieta drástica pesan lo mismo tan sólo unos meses después de acabar la “super dieta”, y muchas veces incluso más por el efecto rebote,
Una cosa muy similar pasa en las empresas, hacemos la “dieta milagro” (un proyecto específico, una mejora puntual) y al tiempo las cosas vuelven a su situación original, o, con suerte, un poquito mejor… igual que con la dieta…
En ambos casos se cumple de nuevo el refrán tan fantástico “Arrancada de caballo, parada de burro”
Y, ¿qué podemos hacer tanto en nuestra condición física como en la empresa para que las cosas sean perdurables?
Pues en ambos casos, lo que tenemos que hacer es cambiar nuestros hábitos, nuestras rutinas.
“Si mantienes los mismos hábitos que tienes ahora, tendrás resultados equivalentes. Si mejoras tus hábitos, cualquier cosa es posible”
Te voy a dar unos consejos, tratando de hacer un símil entre la pérdida de esos quilitos de más y la mejora de los resultados en las organizaciones. Porque la mejora en las organizaciones, según mi punto de vista, es lo que nos hace mantenernos en forma. Sin mejora, sin estar en forma, corremos el peligro de que nos de un susto nuestro organismo, igual que ocurre con el exceso de peso.
- Márcate un Objetivo
Aunque te he dicho un Objetivo es incluso mejor que te marques al menos 2 “hitos” en cada objetivo.
Uno a medio-largo plazo (6 meses) y otro para la semana que viene, para dentro de dos semanas.
Ejemplo: Si estás en 87 kilogramos márcate un objetivo a 6 meses vista, y otro para dentro de dos semanas (estar en 85,5)
En muchas ocasiones, ya sea en tu vida personal o en la profesional, tan sólo nos marcamos el objetivo “anual”… pero verlo “tan lejos” es incluso descorazonador… Nunca llegas, se ve tan lejos…
Haz lo mismo con tus objetivos profesionales. No te marque sólo el Objetivo Anual. Pártelo en trimestres primeramente y márcate incluso para dentro de dos semanas donde deberías estar…
Parece una tontería, pero ese objetivo cercano es muy importante porque al verlo cerca “nos impulsa” hacia ello… nos hace trabajar más en ello que si lo vemos muy lejano.
Y cuando llegamos a ese objetivo parcial, recibimos un chute de dopamina increíble!!! Lo que nos anima a seguir en nuestro camino!! Ese mismo chute de dopamina es el que recibimos al tomar el primer trago de nuestra cerveza favorita, y también es la que reciben los adictos a las drogas cada vez que se “pegan un chute”. Es la responsable de las adicciones.
“Los bajos niveles de dopamina hacen que las personas y otros animales sean menos propensos a trabajar con un fin”, explica John Salamone, profesor de psicología de la Universidad de Connecticut (EE.UU.), sobre un estudio que publicó en 2012 en la revista especializada Neuron sobre los efectos de la dopamina en el cerebro.
Dentro del primer consejo te sugiero también que revises tu situación de manera continua.
Pero CUIDADO!! Por mucho que te peses, el peso no va a bajar por arte de magia. TIENES QUE HACER COSAS. De acuerdo que en ocasiones con sólo empezar a medirnos las cosas mejoran, pero eso suele ser flor de un día.
Eso mismo ocurre en las empresas. En fabuloso medirse de manera continua, pero “la báscula no va a bajar” si no hacemos cosas.
Si que es cierto que simplemente por medirnos de manera continua inicialmente vayan mejor las cosas (tanto en la báscula como en el trabajo), pero lo más probable es que sea “flor de un día” si no aplicas los siguientes consejos.
- Come comida sana
Me encanta la pizza, me encantan los bocadillos y la comida hipercalórica… ¿conoces a alguien a quien no le gusten?
Los alimentos ricos en calorías pueden ser tan adictivos como el tabaco o las drogas, según revela un estudio del Instituto de Investigación Scripps (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revista Nature Neuroscience. El estudio, realizado con ratas, muestra que el consumo excesivo de alimentos altos en calorías puede desencadenar en el cerebro respuestas similares a la adicción, y que la “comida basura” puede convertir a las ratas en comedoras compulsivas en el laboratorio.
Después de las ratas, si te escribo ahora sobre uno de mis bocadillos favoritos (media barra de pan bueno mínimo, con longanizas, chorizos y morcillas… y por si fuera poco, patatas fritas buenas) se te hará la boca agua….
Y que decir si te imaginas tu helado favorito. En mi caso ese helado es el de vainilla y dulce de leche de Glasol (heladería de unos argentinos que hay en Valencia) o el After Dinner de Magnum (que al menos es pequeñito y sacia tus ganas de “pecar”).
¿Te has podido resistir?
No te digo que no comas nunca más este tipo de comidas, pero si quieres no sólo perder esos kilitos si no cambiar tus hábitos para siempre tendrá desde luego que ser la excepción, no la norma. Al igual que los postres copiosos en los menús cada vez que vamos a comer fuera de casa… Que rico estaría ese tiramisú o esa tarta de chocolate… pero que sea la excepción.
De acuerdo que tampoco te digo que tengas que comer sólo cosas insípidas e insaboras, tipo muesli o feta, pero cuida lo que comes. Lo que comes (y por supuesto las cantidades) son tan importantes (si no más) como no fumar.
Tienes que hacerte adicto a las ensaladitas, a las verduras de todo tipo, a la pasta y al arroz sin muchas salsas, a la carne o pescado cocinado sin apenas aceite…. Y de los cacahuetes fritos… Olvídate! O gánatelos! Para mi es una de las cosas más complicadas… Esos frutos secos bien frititos (cacaos, almendras,…)… Pues están “casi” igual de buenos sin freir…
El símil de comer comida sana, con la empresa, no sé si muy acertado o no, es tener unos buenos procesos. Sin unos buenos procesos va a ser casi imposible que hagamos bien las cosas, y por lo tanto, difícil que logremos buenos resultados.
Los procesos, los hábitos, al igual que en el ejemplo de la báscula, son la clave.
Y recuerda que no basta con tener unos buenos procesos, la formación al personal es clave. No basta con el papelito (estándar) o video explicativo. Tienes que disponer de un método formativo. Tienes que formar bien. Tienes que asegurar que la comida que ingerimos (los estándares) son buenos… Con malos estándares, con malos alimentos,… no podremos hacer bien las cosas…
- Haz ejercicio y “cierra la boca”
Comer comida sana está muy bien, pero también tiene sus calorías. Si te atiborras a verduras o alimentos más sanos como si no hubiera mañana, engordarás… O al menos eso creo (no soy dietista desde luego). El único secreto para bajar de peso y mantenerte luego correctamente es acostumbrarte a cerrar la boca (o abrirla más de lo suyo en contadas ocasiones) y desde luego hacer ejercicio.
Tienes que moverte, tienes que hacer deporte. El deporte es vida. Mantiene tu organismo en forma y te renueva. Y no hace falta que te pongas a hacer triatlones como me de dio a mi por hacer a los 40… Claro que también empecé poco a poco. Créeme, tú, si quieres, puedes hacer un Ironman!. Tú puedes hacer casi cualquier cosa. Pero empieza poco a poco.
Anda, haz gimnasia incluso en casa, sube escaleras en vez de usar siempre los ascensores, haz 5 abdominales al día para empezar… ya llegarás a 40 en un tiempo. Empieza poco a poco cambiando tus hábitos. Cuanto más fácil sea un hábito más probable es que lo hagas.
Todo cuenta. Lo que ahora te parece imposible se consigue poco a poco…
Pues en el día a día de las empresas viene a ser parecido.
Tienes que estar “en el gimnasio”, “en el gemba”. Conocer los problemas del día a día. Resolverlos en equipo.
Conocer y revisar (tú y tu equipo) los procesos. Recuerda que los procesos tienden a la entropía (al desorden), y si no los revisamos de manera continua, no se realizarán como pensábamos.
Ponte también aquí pequeñas rutinas de seguimiento, de reuniones con tu equipos, haz auditorías continuas, no con el objetivo de “pillarles”, si no con el objetivo de mejorar. Nada es perfecto. Todo se puede mejorar. Todo se va corrompiendo poco a poco. Sin seguimiento, sin que “vayas al gimnasio” de manera continua como entrenador tus colaboradores no harán las cosas como corresponde.
En fin, no sé si tras esto cambiarás hacia el camino de las rutinas y los hábitos, pero te lo recomiendo 100%. Sin hábitos no hay continuidad, sólo arrancadas y paradas. Imagínate que aún con hábitos tendrás alguna parada y arranque, pero serán mucho más cortos en el tiempo, ya que tus hábitos empezarán a formar parte de TI. Te resultará mucho más fácil hacerlo, ya que te has acostumbrado a hacerlo. Ese es el poder de los hábitos.