¿Tienes una Orquesta o “Sois una Banda”?

“Repasando” de nuevo hace unos día el fantástico libro “The New Shop Floor Management”[1] , que te recomiendo que compres hoy mismo, me volví a quedar prendado de la comparación que hacía entre una orquesta y las operaciones en cualquier empresa.

Orquesta Operaciones
Músicos Operarios
Instrumentos Máquinas y Equipos
Director de Orquesta Líderes
Partitura Estándares

Yo trataré de profundizar en esa comparación, ya que creo que es fundamental entenderlo para, principalmente, darnos cuenta de la importancia de los estándares y de cómo casi todo el resto toma sentido a partir de ello.

Empecemos de arriba abajo y volveremos de nuevo al final para tratar de darle sentido a todo a través de los estándares.

Músicos y Operarios

Así, los músicos de una orquesta son como los operarios en las operaciones de una empresa. Son, sin duda, los que aportan valor. Los que hacen las cosas. Si no tuviéramos músicos la orquesta sería incapaz de emitir siquiera ningún sonido.

Lo mismo ocurre en las operaciones de cualquier empresa. Sin los operarios, sin los que “hacen las actividades”, sin los que “aportan valor”, sin los que hacen las cosas no tendríamos seguramente nada que mover, nada que vender siquiera…

Todavía no entraré en las capacidades y habilidades de los músicos y los operarios. Luego volveremos a ello.

Instrumentos y Máquinas-Equipos

Siendo los músicos importantes, también lo son los instrumentos musicales que van a hacer funcionar, muchas veces de manera prodigiosa. Lo mismo ocurre con las máquinas y equipos que utilizan los operarios en las operaciones de cualquier empresa.

Dichos equipos (tanto en la orquesta como en la empresa) deben estar bien cuidados, afinados (léase limpios y bien mantenidos para las operaciones) para que puedan funcionar correctamente. Si no están en buenas condiciones, ni el mejor músico será capaz de sacar los sonidos adecuados. No hablemos ya de grandes composiciones musicales.

En breve volveremos sobre ello.

Director de Orquesta y Líderes-Directores

Llegamos al primer punto interesante, aunque desde luego todos lo son. El Director de Orquesta.

Cuando hablamos del director de orquesta, alguien que no sepa de música (yo entre ellos) puede llegar a pensar que “no hace nada”, al igual que ocurre con los mandos intermedios en las empresas, pero, según indica la Wikipedia un@ director@ de orquesta es la persona encargada de conducir la música que interpreta una orquesta. A partir del estudio de una partitura, deberá encargarse de unificar la interpretación de una obra que interpretará un grupo amplio de músicos. Al mismo tiempo, debe potenciar a cada músico para lograr el mayor rendimiento de la agrupación musical. Durante los ensayos, debe dar las indicaciones que considere importantes a los músicos que integran una agrupación orquestal. Sus indicaciones pueden abarcar desde un matiz, una manera de vibrar los sonidos o sobre la manera de unificar la interpretación de determinada sección de una obra. También está atento a la afinación, al empaste, al ensamble y al balance que la orquesta desarrolla.

Ninguna versión de una pieza es exactamente igual a otra, ni siquiera cuando son hechas por un mismo director en dos ocasiones distintas con la misma orquesta. Por ejemplo, Ígor Stravinski, quien dirigió al menos seis grabaciones de su obra La consagración de la primavera, notó que cada una de ellas era marcadamente diferente de las otras.

Comienza a aparecer un concepto clave en las orquestas, la partitura.

Leo y releo la definición de director de orquesta en Wikipedia y me imagino a un supervisor, un manager y cómo esa definición les va como anillo al dedo… siempre que tengamos una partitura… una forma de trabajar, unos estándares.

Partituras y Estándares

Una partitura, como también nos indica la Wikipedia, es un documento que representa e indica cómo debe interpretarse una composición musical, mediante un lenguaje propio formado por signos musicales y el llamado sistema de notación. En música orquestal, se denomina partitura al documento que utiliza exclusivamente el director de orquesta y que contiene toda la obra que se ejecutará, además de algunas indicaciones particulares. En contraste, particella o parte es el nombre dado a cada una de las partituras que tienen los intérpretes de los diferentes instrumentos, la cual puede incluir dos instrumentos similares como un piccolo y una flauta, o un oboe y un corno inglés, y ser compartida por los intérpretes de estos.

Sin partitura, ¿qué sentido tiene el director de orquesta? ¿Qué va a tocar la orquesta? ¿Cuándo empezará cada uno de los músicos a tocar? ¿Crees que saldrá “algo decente” de todo ello sin una partitura bien entrenada?

Insisto en que no tengo grandes nociones musicales pero creo que una orquesta sería imposible de sacarle partido sin esa partitura, sin ese director que los guíe, sin esos instrumentos bien cuidados y preparados, sin esos músicos que sepan, no sólo de su instrumento si no también de la partitura específica a interpretar.

Lo mismo debe ocurrir en tus operaciones. Debemos tener estándares, formas de trabajar. Pero ¿qué es un estándar?

Un estándar es “La mejor, más segura y más fácil manera de hacer una determinada actividad o proceso (en la actualidad)”

“Cuando no hay standard, no puede haber kaizen”.- Taichii Ohno

Voy a tratar ahora de dar sentido a cada una de las partes a través de la partitura (de los estándares).

Volvamos con los músicos (operarios en nuestras operaciones):

Cada músico conoce y toca inicialmente un instrumento específico. Seguro que habrá músicos que toquen varios instrumentos, pero dudo que haya ningún músico que sepa tocar todos los instrumentos perfectamente. Lo mismo ocurre con los operarios y las operaciones; cada uno conoce inicialmente lo que conoce. No podemos pretender que cualquier operario se ponga a tocar “cualquier instrumento” inmediatamente y toque perfectamente en nuestra orquesta. Debemos de gestionarlo y debemos de tratar de tener “músicos polivalentes”, pero, no creas que lo son ya de principio. Tienes que trabajarlo.

Que tenga un músico especializado en violín no garantiza que sepa tocar nuestra partitura a la perfección. Desde luego que ayuda, y mucho, pero es importante ese período de entrenamiento y seguimiento. En los ensayos, el director de orquesta pondrá “a punto” a este especialista para que interprete la partitura a la perfección.

La partitura (los estándares) sin la correcta formación y entrenamiento de nuestros “músicos” vale para bien poco. Y también al contrario, unos grande músicos sin una partitura que interpretar son casi inútiles.

¿Y los Instrumentos musicales?

¿Te imaginas que no los afinaras nunca? ¿Lo guardarías a la intemperie para que se mojaran o incluso a temperaturas extremas para que se alteren las propiedades de los materiales?

Así, ni el mejor violinista sería capaz de sacar buena música.

Lo mismo desde luego ocurre con nuestros equipos. Si no los mantenemos adecuadamente, será casi imposible sacar buenos productos. Ni siquiera con los mejores operarios.

Con la partitura, nos iremos dando cuenta de cuando los equipos se van desafinando y actuaremos de inmediato para tratar de garantizar que nuestros instrumentos son capaces de sacar la música adecuada.

¿Y que pasa con un director de orquesta?

Si que es cierto que, sin partitura, cada uno de los músicos podrían ponerse a tocar, e incluso muy bien, cada uno de los instrumentos de la orquesta, pero ¿qué saldría de ahí?

¿Es eso lo que queremos? ¿Qué es lo que queremos obtener?

O dicho de otro modo, si no tenemos partituras (estándares) ¿cómo sabemos siquiera si alguien está haciéndolo bien? ¿cómo sabemos si está haciéndolo mal?

Porque el director de orquesta tiene que estar, y no sólo en los entrenamientos-ensayos, atento a como están ejecutando cada uno de los músicos. Tiene que estar revisando. Y ante cualquier problema, resolverlo de inmediato.

Pero sin estándares, la figura del mando intermedio (director de orquesta) carece casi de sentido. A lo único que se dedicaría un director de orquesta sin partitura sería a apagar fuegos todo el día… O ni siquiera eso… porque tampoco sabría siquiera identificar los fuegos… sólo los grandes incendios cuando ya posiblemente es demasiado tarde para apagarlos…

¿Qué te parece el símil de la Orquesta y las Operaciones? ¿Comenzamos a preparar tu orquesta?

[1] “The New Shop Floor Management” de Kiyoshi Suzaki

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